Esperanza

Cada línea en su piel es una historia, cada grieta una lucha, cada sombra una promesa de renovación.

La pieza conjuga fragilidad y fuerza, el Ying y el Yang en un solo gesto. La sombra negra, símbolo de duelo y misterio, contrasta con la luminosidad quebrada de la piel, mientras la espalda susurra esperanza en un murmullo doloroso pero constante: el deseo de trascender. Esperanza invita al espectador a contemplar la belleza de lo roto, lo resiliente, lo que se eleva incluso cuando parece imposible.

La espalda, un escenario inesperado, despliega los huesos que se alzan como las alas de un ángel terrenal, imperfecto pero poderoso. Estas casi-alas no son completas, pero contienen la aspiración, la fuerza contenida de quien sueña con volar aun en la adversidad.